Que gran Ciudad! Que vital… Cuántos contrastes!!!!
Cuando uno llega a una ciudad nueva, tiene la expectativa bien alta. Como será esta ciudad que tanto he leído o escuchado? Lógicamente, cuando llegas a no solo esta, sino a cualquier ciudad, uno quisiera ya estar en el hotel (a gusto en la habitación, que no siempre ocurre) desarmando la valija para salir a tener la primera impresión.
Pero la cosa no funciona de esa manera. Cuando llegas a cualquier ciudad, debes transportarte hasta tu hotel. No estaría mal que exista la manera de evitar estos pasos y que uno por arte de magia, aparezca en la habitación del hotel…y que encima, como no había habitaciones disponibles en la categoría que contratamos, que nos sorprendan con una habitación de mejor categoría. Pero no. No es así.
Ya les he dicho que trato de evitar el taxista de aeropuerto (una raza particular). En Beijing afortunadamente hay un tren desde el aeropuerto que ingresa en la red de subterráneos de la ciudad y de acuerdo a tu destino, debes completar tu viaje con un taxista por un tramo corto dentro de la ciudad.
Durante el viaje en tren por ¥25 conocí a un Sueco que tenia experiencia en Beijing. Me dijo: al taxista debes indicarle que te lleve poniendo el reloj. Ellos intentarán pactar el precio de antemano, no lo hagas y pídele por el reloj. Fácil, pensé.
El tren me dejó en plaza DongZhiMen y salí a superficie con mis maletas. Muy rápidamente tenia a mi alrededor algún taxista. Alertado, sabía que debía negociar. Cuando me pidieron ¥250 les dije que me lleven por el reloj. Hubo reunión de seis taxistas a mi alrededor y se reían en mi cara por mi pedido de uso del reloj. Una conversación donde yo hablaba ingles y ellos en chino…pero cuando se reían de mi, me quedaba muy claro. Ofrecí 100 por ese viaje sin saber cuanto era un valor lógico. Arreglamos en 180. Cuando llegamos cerca me dijo que me baje y camine; que más allá el no podía ir. Con señas le hice entender que me tenía que llevar. Quería que me baje y no lo hice. Luego logre que me lleve hasta la puerta del hotel. Más adelante aprendí que ese viaje por reloj era de 30. El taxi es barato en Beijing. El tema es conseguir quien te lleve por el reloj. Prefieren no llevarte que llevarte bajo el precio del reloj!!!
Si…me dieron la bienvenida!
Subtes
Con una vasta red de subterráneos y unos vagones de última generación te podes mover por Beijing con ¥2. Es bien barato y cómodo. El transito en superficie es insufrible y sin reglas de ningún tipo.
Si eres peatón, mucho cuidado que ya todos tienen derecho de paso excepto vos.
Triciclo
Una noche que no conseguía taxi por el reloj para volver al hotel me había decidido a caminar. Tenía más de una hora de caminata por zonas no muy muy iluminadas pero lo haría. Me provocó un triciclo/moto para que me suba. No tienen reloj y es un transporte muy usado en la ciudad. Tenes que negociar el precio. Me pidió 3 y yo le dije que me lleve. Me llevo por lugares inhóspitos y en una calle oscura paró y me dijo que siga caminando que estábamos cerca. Saque 3 y me dijo que era 300. Discutimos en una calle oscura. El tipo se me acercaba físicamente demasiado y me gritaba. Fue una situación que la viví como peligrosa. Termine arreglando en 100 pero igual tuve que llegar caminando. Buena estafa…
Por eso una vez que aprendí a moverme en subte, no volví a tomar uno de esos transportes excepto para ir al aeropuerto, donde me llevaron con gusto y por el precio del reloj...ahí el negocio lo harán con el nuevo turista que llega.
Parte histórica
La ciudad tiene extraordinarias posibilidades de conectar con la histórico, así como por supuesto con lo moderno.
Los templos, la ciudad prohibida y por supuesto la gran muralla. Allí opté por ir acompañado de un guía local ya que mi intención era la de ir a experimentar la gran muralla no-turística. Entonces tuve una experiencia fuertísima de recorrer territorios y "escalar" la muralla ya que en su inmensa mayoría de su extensión esta desarrollada sobre la montaña y transitarla es andar cual guerrero por empinadísimas cuestas. Aparte de tener que atravesar territorio selvático tanto como acercarse como de alejarse de la Gran Muralla.
Quedé extenuado y físicamente pague la consecuencia por los días siguientes. Aún así, valió la pena el esfuerzo.
Acceso internet
No tienes idea del control hasta que lo experimentas directamente en tus cosas cotidianas. Al principio pensé que tenía problemas en la conexión del hotel y me quejé y me cambiaron a un mejor cuarto (al menos me sirvió para este propósito) pero seguía sin poder acceder a internet. Ellos me ponían Google chino y me mostraban que funcionaba. Claro, yo quería acceder a mi cuenta de Facebook o Twitter o mirar portales de noticias internacionales. Bueno...aquello a lo que estamos acostumbrados, no funciona.
Sin embargo quienes me siguieron, saben que pude acceder a mis cuentas. Usando 3G como el ID de mi teléfono es de USA tenía acceso a mis servicios...claro que pagando datos por aire.
Prostitución
En las calles sueles ser encarado por un sinnúmero de propuestas de todo tipo. La prostitución es una de las más corrientes. Tanto hombres como mujeres te ofrecen conducirte a lugares de chicas, donde bailan y el resto...
No, gracias....no consumo.
Escupir
En Beijing puedes escuchar y ver gente escupiendo el piso de manera contínua. Me refiero a que todo el tiempo alguien a tu lado estará escupiendo el piso. No exagero. Nada grave pero hay situaciones donde escuchar -porque son muy ruidosos- termina siendo muy desagradable.
Idioma
Estamos mal acostumbrados. Suponemos que de una u otra manera nos comunicaremos y generalmente recurrimos al inglés como el idioma donde en general hay alguien que lo domina y con quien podemos comunicarnos. Bueno, olvídense de ello en Beijing. Cuanto más pagues por tu habitación de hotel más posibilidades que encuentres staff que hable inglés pero en la calle no será fácil arreglarse.
Cuando sos occidental, caminando por oriente, llamas la atención. Eso es bastante claro. Quizás no estaba preparado para ser señalado como tan diferente. La gente se paraba en la calle para hacerse fotos conmigo. Selfies en sus teléfonos, conmigo!!!! Situación incomoda.
Aunque mucho mas incómoda fue el día que conseguí una pizzería italiana (atendida por chinos lógicamente) en el área Shichahai y me senté a comer en una mesa frente a la vidriera. La gente pasaba, se reía de lo que veía (era yo lo que veía la gente) y me sacaba fotos mientras comía mi pizza. Horrible!!!!
La oferta de canales de TV es importante. Mi hotel, que era bien discreto, tenia acceso a 32 canales diferentes. Diferentes? Jajaja…..todos en chino!!!
Aparte, el control remoto de la TV estaba también en chino, por lo cual si había posibilidades de cambiar el audio…no me pude enterar.
Hay una elite que viste impecable y se mueve en costosos autos. Se los ve en algunos barrios, no en todos. Son refinados, hablan varios idiomas y miran todo desde cierta altura.
El cuento del tío
En ingles, y a la salida de Forbiden City, me encaro un muchacho de 20 años. Señor, le molestaría que lo acompañe así practico mi ingles? Lo miré. Se veía seguro. Le dije, vamos. Hablaba bastante bien. Me dijo que era de otra ciudad y que estaba de paseo y me empezó a preguntar mucho sobre mi. Cuando avanzaba el tiempo me empecé a sentir molesto por sus preguntas. También lo descubrí en algunas mentiras en lo que me decía y le dije que quería seguir solo. No le gustó y me dijo que le había prometido ir a tomar algo. Tuvimos una especie de discusión callejera, en la puerta de un bar al que él quería entrar. Me terminé yendo a velocidad ya que desconocía su interés, pero era raro.
Los días siguientes y en diferentes partes de la ciudad, chicas o chicos de edad similar se me acercaban con exactamente el mismo cuento…que querían practicar su ingles si podían hablar conmigo e ir a tomar algo.
Cuando consulté por la situación, me contaron que están arreglados con los bares. Te cobran consumiciones caras y les dan comisiones por ello.
Ojo. Estén atentos!
Disfruté muchísimo de Beijing. Realmente. Inclusive estas anécdotas son para alertar a quienes viajen, pero son parte de las experiencias de este City Voyeur. Es que para conocer las ciudades es necesario tener estas experiencias y vivencias. Sino…resulta ser una turismo tras el vidrio de una minivan. Un poco mas seguro, un poco mas aburrido.
Gracias!